Me desarmó.
Mi mente se desconectó de mi cuerpo y le devolví el beso. Contra toda razón, mis labios se movieron con los suyos de un modo extraño, confuso, como jamás se habían movido antes, porque no tenía que ser cuidadosa con Jacob y desde luego, él no lo estaba siendo conmigo. Mis dedos se afianzaron a su pelo, pero ahora para acercarlo a mí.
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